El liderazgo y la sublideranza dentro de nuestro movimiento político son esenciales para organizar, guiar e impulsar nuestras acciones en pro de la paz sin indiferencia, la autoconfianza y la libre expresión. El liderazgo principal se encarga de definir estrategias, tomar decisiones clave y representar la visión del movimiento, asegurando que cada paso dado contribuya al cambio que buscamos.
Por otro lado, la sublideranza cumple un papel fundamental en la coordinación de equipos, el apoyo en la ejecución de iniciativas y la conexión directa con los miembros del movimiento y la comunidad. Ambos niveles de liderazgo trabajan en conjunto para fortalecer la participación, garantizar una comunicación efectiva y hacer que nuestras ideas se conviertan en acciones concretas que impacten de manera positiva.
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